Uno de los mayores temores de muchas mujeres es desarrollar músculos enormes mediante el entrenamiento de fuerza y, por lo tanto, adquirir un físico masculino. Como mujer, buscas lucir femenina, pequeña y tonificada, no masculina, robusta y voluminosa. Por esta misma razón, muchas tienden a evitar el entrenamiento de fuerza intensivo en el gimnasio. A quienes lo intentan, se les suele recomendar entrenar solo con pesas ligeras y muchas repeticiones para evitar desarrollar una masa muscular excesiva.
Antes de que, como mujer, empieces a pensar en músculos "similares a los de un hombre", necesitas analizar las diferencias entre hombres y mujeres. Es evidente que ambos sexos tienen la misma capacidad para desarrollar músculo. La principal diferencia radica en la extensión y se debe principalmente a las hormonas sexuales predominantes y su efecto en el desarrollo muscular.
La testosterona predomina en los hombres (entre 10 y 20 veces más que en las mujeres). Esta hormona tiene la propiedad de promover los procesos anabólicos en el metabolismo muscular. Por esta razón, los hombres tienen de forma natural mucha más masa muscular que las mujeres. El estrógeno, la hormona sexual dominante en las mujeres, tiene muchas menos propiedades anabólicas, lo que limita el potencial de crecimiento muscular. Lo que se observa con frecuencia en el mundo del culturismo suele deberse al uso de esteroides anabólicos.
Un estudio reciente de la Universidad de California también demostró que entrenamiento de fuerza En los hombres, desactiva el neurotransmisor miostatina, que inhibe el crecimiento muscular en humanos. No se detectó inhibición en las mujeres, lo que resultó en una inhibición permanente del crecimiento muscular en ellas.
Conclusión:
En condiciones normales, la constitución de una mujer no permite desarrollar una gran cantidad de músculo, independientemente de si entrena en un rango de repeticiones alto con peso ligero o con menos repeticiones y pesos más pesados. Con un número alto de repeticiones, se entrena un poco más la resistencia a la fuerza, mientras que con un número ligeramente menor, se entrena la fuerza máxima; esa es la única diferencia.